
Fuente: standret en Freepik.
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- El lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, subió del 10% al 25% los aranceles para las importaciones de acero y aluminio. También eliminó las excepciones que había para algunos productos basados en esos metales. La medida cobija a todos los países del mundo.
- Los países más afectados. El 23% del acero que se consume en EE.UU. es importado y viene principalmente de Canadá, Brasil, México y Corea del Sur. Además, el 80% del aluminio importado llega de Canadá.
- La respuesta. Trump ya había subido los aranceles durante su primer mandato: a 25% al acero y a 10% al aluminio. En ese entonces, la Unión Europea contraatacó con aranceles a productos estadounidenses y ahora amenazó hacer lo mismo. Canadá podría seguir el mismo camino.
El dato extra: Los aranceles son impuestos que un país impone a los bienes y servicios importados con el objetivo de regular el comercio exterior. Se suelen usar para proteger la industria nacional, generar más ingresos para el gobierno, o desincentivar la llegada de ciertos productos.
El impacto en la industria colombiana
Solo el 0,3% de las importaciones de acero de EE.UU. vienen de Colombia. Pero para las más de 200 empresas de acero y aluminio en el país, EE.UU. sí es un destino fundamental.
Hasta noviembre de 2024, las exportaciones del sector siderúrgico tuvieron de un valor FOB de US$26,35 millones (es decir, contado antes de que la mercancía salga hacia su destino). También se exportaron aproximadamente US$500 millones en productos de aluminio transformado a EE.UU., según la Cámara Colombiana del Acero (Camacero).
Colombia ya tenía aranceles de 25% para el acero y 10% para el aluminio, pero aplicaban principalmente productos brutos. Ahora, Trump incluye también a los productos transformados "como extrusiones y placas, fundamentales para sectores clave como el automotriz y la construcción", dice Camacero.
Según el gremio, los nuevos aranceles se suman a los anteriores. Es decir, que Colombia quedaría con aranceles de 50% para el acero y 35% para el aluminio.
Al ser más caro, a las empresas colombianas les costaría más competir con productos de otros países.
"Instamos al gobierno colombiano a explorar mecanismos de compensación que permitan amortiguar el impacto en las empresas más afectadas", pidió Camacero.











